La formación del carácter enseña los hábitos de pensamiento y deber que ayudan a que las personas puedan convivir y trabajar en equipo entre familiares, amigos, vecinos, comunidades y países.

Es un proceso de aprendizaje que permite que los estudiantes y los adultos de una comunidad escolar comprendan los valores comunes, actúen conforme a ellos y se preocupen por ellos. Estos valores son, por ejemplo, el respeto, la justicia, la virtud cívica y la ciudadanía, así como la responsabilidad por uno mismo y por los demás. A partir de estos valores fundamentales, formamos las personalidades y acciones que conforman comunidades seguras, saludables e informadas las cuales constituyen la base de nuestra sociedad.

Las siguientes palabras fueron desarrolladas por el

Comité de planificación estratégica, para alinearse con nuestro Perfil de un graduado (un graduado de Yakima).